Enfermedad
Lo beso abruptamente
hasta arrancarle su labio inferior.
lo mastico, y lo trago mientras le miraba a los ojos.
sacó su arma y le voló los sesos
quedando así sobre las sábanas blancas
mientras formaban un ramo de flores
como aquel que llevo al funeral de su querida madre.
Ella sabía
que no debía
idealizarlo
Cuando aún tenía su espíritu dentro
pero lo hizo, ahora cargaría la insoportable desfiguración de
su ser.
Estando sus ojos en blanco,
Sentía que contemplaba la bandera de la paz
Pues dicen, que ese es el color
De aquel sentir obsesivo
De cada uno de nosotros:
Los condenados.
KATJA
Impresionante, brutal y directo. No había leído algo así de impactante en mucho tiempo, como un chupito del licor mas potente que exista
ResponderEliminar