Ecos de ti
Estábamos destinados.
Destinados a encontrarnos y perdernos,
A ser esa idea inmaterial, creada por un corazón iluso,
Creada por nosotros, que no sabemos querer.
Seremos,
un suspiro,
una punzada en el pecho,
un eco,
Que repite y repite una voz que no existe,
Dos almas en pena,
Que no hicieron nada,
que se marchitaron y decidieron en cambio;
ser fantasmas en aquellos pasillos de los recuerdos:
La puerta del fondo, la puerta escondida, lo que no fue, lo que no será.
Que los amantes eternos nos perdonen la cobardía,
Estábamos mal escritos,
Y la muerte es tan inevitable como la vida,
Tan al revés, tan natural, tan nosotros...
Absurdamente "nosotros".
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